AUTOEVALUACIÓN
Mi interés creativo es la actuación vista desde los diferentes ámbitos en los que pueda aplicarse, explorando las técnicas y posibilidades de los estilos y géneros que existen. En mi trabajo se destaca la aproximación hacia lo cómico particularmente en la comedia física y el clown, sin ignorar otros géneros dramáticos. Mis primeras inquietudes estaban dirigidas netamente hacia la ejecución y en el camino fui conociendo diferentes aspectos del quehacer de un artista escénico, reconociendo mi voz en la creación y las aptitudes que fui desarrollando.
En el paso por la carrera conocí la danza: un aspecto que no había explorado con anterioridad y en el cual he encontrado gran valor como entrenamiento corporal. Con la danza he podido encontrar la plasticidad de mi movimiento, reconocer y aceptar sus dimensiones y su forma de actuar. Con ello comprendí la utilización de estas herramientas a mi favor, relacionándolas con otras disciplinas como el teatro físico donde el cuerpo investiga diversas temporalidades de movimiento mientras es estilizado y preciso a través de la tonicidad y la poética. En esta técnica en particular he logrado encontrar y trabajar en diferentes aspectos como la precisión corporal en la ejecución. Esta precisión me ha permitido ampliar mi rango de movimiento y encontrar un disfrute al interior de la ejecución- creación.
Dentro de mi acercamiento a la actuación encontré un gran gozo en la comedia, llevándome a explorarla a fondo cursando dos ensambles de Clown y un laboratorio de actuación cómica, dónde entendí que “Todos somos ridículos” y que en nuestra propia forma de ver el mundo existe un motor potente para la creación. Fue en el reconocimiento de mi propia vulnerabilidad, incomodidad y estupidez que encontré una mayor seguridad para desenvolverme en la escena y vivir el momento siendo auténticamente yo.
Acudiendo a la teoría de Schechner, la cual propone diferentes roles de la puesta en escena, y analizando mi proceso al interior de la carrera, pude encontrar diferentes mecanismos para enfrentarme y desarrollar aptitudes para un campo profesional, ya sea como ejecutante, como productor o como fuente. La idea del pequeño formato y el hacer uso de uno mismo como fuente es uno de los aprendizajes más valiosos que he construido. A partir de estos conceptos he podido crear mis propias ficciones. Estas ficciones nacen a partir de mis propias realidades: como el realizar un número de Clown sobre los impuestos o hablar de la demencia senil de mi abuela a partir del Quijote de la Mancha.
Tengo un gran interés por la dirección teatral. Por ello decidí cursar asignaturas como Laboratorio de Composición, donde el análisis del cuerpo, las relaciones, el texto, la imagen, el espacio y el tiempo se utilizan para la construcción de pequeños ejercicios. Al interior de este laboratorio realicé un riguroso ejercicio de observación sobre mi trabajo y el de los demás, entendiendo la investigación a través de las prácticas y de la mirada en primera y tercera persona para la construcción en colectivo. Esta inquietud me ha llevado a conformar un grupo estudiantil dentro de la universidad “CEA Teatro” donde articulo mis aprendizajes con la pedagogía y la dirección. Paralelamente, realizo ejercicios de dirección con mis compañeros. Los procesos creativos que he dirigido han sido: “Creerás en este poema” en el 2016, “¿Dónde está la cafetera?” en el 2017 y “Crónicas de un periódico amarillista” en el 2018. De esta forma he ido sembrando los inicios de una compañía recurrente.
Durante este paso por la carrera encontré en mí un cuerpo maleable con grandes habilidades para seguir trabajando, desde la plasticidad y la flexibilidad los diferentes campos de la resonancia vocal y las alturas. En este punto, me siento en la necesidad de configurar un entrenamiento autónomo para continuar con los aprendizajes ya adquiridos. Aquí, la somática me ha ayudado a ser consciente de las necesidades que tengo y de cómo responder a mis inquietudes estructurando mis metodologías de trabajo y buscando las prácticas que me puedan favorecer en esta búsqueda. He articulado los saberes que reconozco como importantes para un ejecutante, como el entrenamiento de la voz y la expansión de sus habilidades corporales. Estas inquietudes me han llevado a explorar diferentes técnicas como la exploración de la voz cantada y la danza urbana.
Estoy convencido de que en la autorregulación está la clave para desenvolverse como ejecutante- creador en el medio actual, donde la motivación y el querer estar vigente son el primer input creativo para aportar desde mis practicas e intereses. También considero que la disposición genera una energía grupal agradable para el trabajo y es allí donde puedo ser consciente de mis necesidades y de las necesidades del grupo frente a mis aportes. De esta forma, he buscado estar en permanente estado de cambio y crecimiento en el desarrollo de mi carrera como ejecutante-creador, director y productor.
Diego García Morales. Junio 2018.